sábado, 21 de mayo de 2011

Yo soy cruzada en las buenas y en las malas

Por @alemolinae

Reconozco que un par de lágrimas salieron al escuchar el pitazo final… mi fe e ilusión iban íntegras a San Carlos, al vivir el partido era más cerca el 3-0 que el 2-1, sentí tristeza que mastiqué hasta la salida.

Siempre hemos sido blancos de burlas: Pechos fríos, eternos segundones y demás comentarios, pero ayer mientras salía del estadio la tristeza la transformé en orgullo, levanté la cabeza más alta y salí. Me sentí orgullosa del equipo, de los huevos y garra que pusieron en cada uno de los partidos, de la entrega de cada uno de los jugadores (independiente si jugaron bien o regular), de esa cara de Milovan celebrando el gol contra Gremio (lo que demuestra amor por la franja), del comentario de Garcés “le pongo el pecho a las balas” y demases.

Soy hincha cruzada desde que tengo uso de razón, mi padre me enseñó lo que se llama amor por los colores, voy al estadio desde hace más de 27 años y lo seguiré haciendo, porque mi pasión por la UC no se termina por una derrota, se reafirma; seguiré acarreando a mis pequeños hijos al estadio que sea para que sepan lo que es ser hincha de verdad, no de TV ni de radio, que vivan este mundo del fútbol que tanto amo.


“A mí no me importa si ganas, empatas o pierdes, nosotros seguimos cantando Cato hasta la muerte”… esto no fue un fracaso, los fracasados son los que no luchan hasta el final para conseguir sus metas y este equipo lo dio todo; este equipo a cara descubierta asumió sus errores, Garcés dio la cara y sin culpar al resto, ni al árbitro ni deshaciéndose en explicaciones… eso es ser cruzados caballeros.

Llego a casa y mi hijo Vicente de 8 años me dice un comentario con tanta sabiduría “Mamá, la culpa no es tan sólo de Garcés, este es un equipo y el que no lo entienda así y culpe sólo a uno, no es cruzado de corazón”… exactamente mi sentir.

Y ahí nuevamente estaré, en mi tablón de siempre, dejando la garganta gritando y alentando,  viviendo el fútbol en tiempo presente y no hablando de partidos añejos ni de copas empolvadas de hace 20 años,  en el hoy se seguirá luchando por alcanzar el bi y por tener una participación exitosa en la Sudamericana, los partidos se ganan jugando buen fútbol y este equipo sabe hacerlo… a puro corazón.

Llegué a casa, y pude llorar por el amor que siento por la franja, por donde se llegó y por tener mi convicción certera de que los colores que me inculcó mi papá son para siempre, no son de moda ni por temporada.

Gracias Cato querida por llenarnos de alegrías y por hacer que las tristezas confirmen que mi pasión sigue intacta… que voy a hacer, si te llevo en mi piel, que voy a hacer, esta locura no la van a entender!!

1 comentario:

  1. Te pasaste! Muestras el sentimiento de muchos cruzados!

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