Llóralo

Por @BenjaMalandre

Llóralo. Súfrelo. Vívelo. Así, con todo lo que trae, con todo lo que viene. Vuelve a revisar los goles, lee las críticas, los diarios, las revistas. No le escapes a este día de mierda. No te refugies en las actividades cotidianas tratando de olvidar lo más rápido posible.

Lee a todos esos periodistas que hoy, con el resultado puesto, hacen críticas al sistema táctico utilizado, haciendo vista gorda que han sido los mismos sistemas los que nos tenían luchando la Libertadores al tiempo que, en un sistema de campeonato coherente, éramos Bicampeones Nacionales. Escucha a todos los comentaristas añejos que van a decir que la “garra charrúa”, que la historia de Peñarol en Chile, que el destino, que las pelotas. Incluso mira, por masoquista que parezca, los “creativos” afiches que madres y zorras se empeñaron en hacer.

Métete a las distintas redes sociales y lee todos los comentarios que quieran poner los que hoy se ríen de nosotros, ésos que ayer veían el partido y en sus adentros lo único que querían era ser parte de la fiesta que armamos en la precordillera. Incluso respóndeles sus amargos comentarios, déjales una buena chuchada si quieres. Pero vívelo.  Súfrelo.

Porque la alegría en la victoria es proporcional, indefectiblemente, al sufrimiento en la derrota. Es la forma que tiene cada persona de vivir sus actividades, de apasionarse, es ese fuego que te mantiene vivo. ¿O preferirías, acaso, ser como esos hinchas de cartón, que cuando ganan nadie los pesca, precisamente porque cuando pierden no les afecta? ¿Te gustaría, sinceramente, haberte levantado como cualquier otro día, como si anoche no hubiera pasado nada? ¿Preferirías que te dijeran “filo, si es sólo futbol”? Adentro

Siéntete bien por estar triste. Que no te engañen con que el bicampeonato o la Sudamericana serán una revancha. Para los que vivimos y respiramos Católica, y aunque nos gustaría, no lo será. Para los que estuvimos en la galería esa fría noche del `93 cuando le ganamos al mejor Sao Paulo de la historia, pero, aún así, nos quedamos con las manos vacías, para ésos, la Libertadores es y será única.

Y estuvimos cerca. Perdimos con un equipo mediocre, que no juega a nada, a nada! Teníamos plantel, fútbol, ganas y huevos para mucho más, pero hoy no tenemos nada. Y eso hay que sufrirlo. Hay que vivir este luto. Porque sólo así, sólo haciendo frente a  tristezas y frustraciones,  podremos, el día que la fortuna nos muestre su mejor cara, vivirlo plenamente. Y tranquilo Cruzado, que ese día llegará. No sé si en uno, 15 ó 35 años más, pero va a llegar. Y ahí, ese día sí, vamos a sacar del alma el más grande ceatoleí  que hayamos imaginado. Por eso hoy, que bailamos con la fea, no te pongas la coraza de la indiferencia. Llóralo. Súfrelo. Vívelo.

Por @BenjaMalandre