miércoles, 27 de abril de 2011

Paso a Paso






La victoria del sábado ante Cobresal por 5-2 me dejó esperanzado. Jugamos a un gran nivel y, pese a estar dos veces en desventaja, nos sobrepusimos a un rival corajudo al que terminamos aplastando. Si consideramos que jugamos con el equipo más “alternativo” entre los equipos alternativos que Pizzi ha mandado al campo de juego, más se valora dicho triunfo.
Esto, aunque a muchos les parezca sin sentido, daba una idea de lo que ocurriría ayer en Porto Alegre. Lo dije desde ese mismo momento: “tengo fe en este equipo, el martes lo ganamos sin duda alguna”… así no más fue.
Las claves del partido, tal como lo mencioné ayer, pasaban por ganar el mediocampo, además de las actuaciones personales de Costa, Cañete, Ormeño y Pratto que eran los encargados de dar equilibrio al medio y generar opciones de gol. Todo lo anterior ocurrió y lo ganamos 2-1 (y ojo, que pudimos ganarlo por más goles)… Si Silva, Costa y el mismo Cañete se hubiesen atrevido más de media distancia – argumento que no utilizamos mucho pese a tener excelentes pateadores - quizás nos veníamos con una boleta histórica a favor.

Pudieron suceder muchas cosas, pero no va al caso perder tiempo en eso. La realidad es que ganamos y definimos en nuestra casa, con todo a favor, por lo que quedar eliminados en esta fase NO ES OPCIÓN.
Pizzi demostró lo que venía diciendo hace varias columnas atrás: no es un DT ratón. Trata siempre de ser más inteligente que el rival y proponer buen fútbol pero, como en todas las cosas, no siempre resulta como él o nosotros esperamos. Los cambios de ayer confirman lo que acabo de exponer. Pipe por Silva, Villanueva por Cañete, Sepúlveda por Costa… ¿eso es ser ratón? Bueno, entonces yo soy Hulk. Como dije en la columna anterior, al César lo que es del César. Muchos “hijos del odio” que se dicen “cruzados de corazón” se están subiendo al carro de la victoria ahora… no hay problema, cabemos todos,  aunque las chaquetas al revés nunca quedan bien.
Destacar la excelente labor de Ormeño (me sorprendió a raíz de los últimos partidos que le había visto jugar… lo reconozco) que parece haber vuelto, al menos por ayer, tres años atrás, el partidazo de Cañete, la Solvencia de Costa y la solidez defensiva que ya se está transformando en costumbre. Eluchans y Valenzuela contenidos, pero esforzándose al máximo para cubrir las subidas de los brasileros, Hans y Henríquez en lo suyo, dándole a todo lo que se moviera y cortando cualquier intento de entrar al área con pelota dominada… las deficiencias técnicas que pudieron existir se suplieron por huevos y personalidad. ¿Pratto? Olvídenlo… merece una columna aparte.
En líneas generales, hicimos un partido redondo en todas las líneas, con un mediocampo que cooperaba en defensa y ataque. Lo único preocupante es la cantidad de tarjetas amarillas – varias absolutamente innecesarias- que nos trajimos a casa… a no descuidar ese punto.
Mentiría si les dijera que no estoy ilusionado con este equipo pero, como siempre, debemos ir paso a paso, sin agrandarnos por ganar un partido o creernos los peores por perder otro. Todo en su justa medida.
Ahora viene el paso decisivo. Debemos ganarle a la UdeC para mantener las distancias en el torneo nacional y un par de días después abrochar la clasificación a la siguiente ronda de libertadores en nuestra casa. Sin descanso ni partidos suspendidos, como los grandes. A partir de ahora hay que hacerse fuertes de local, convirtiendo San Carlos (o el nacional, por un tema de capacidad, en caso de que pasemos a semis) en un recinto inexpugnable, en donde los rivales salgan a la cancha con una bolsa de pampers cada uno. Hacer sentir la presión, cantar los 90 minutos sea cual sea el resultado, gritar, alegar cualquier cobro en contra, pegarse a la reja en los corners rivales y aplaudir cada acción de nuestra querida franja como se fuera la última vez.  Muchos irán el miércoles a San Carlos por primera vez en el año… 


¿Cómo no rajarse la garganta gritando, apoyando y presionando? ¿Cómo no desgarrarse los muslos saltando en el tablón? Esta vez no hay excusas, puesto que de locales nos tenemos que hacer respetar. Si salimos a buscar el empate o la derrota por 0-1 (con la que de igual manera clasificamos) estamos fritos. Hay que salir a matar. 
Queda exactamente una semana para ese decisivo encuentro, así es que cruzados! A afilar las espadas, pulir las armaduras y reforzar los escudos para esta batalla! El enemigo está sangrando, y todo lo que sangra puede morir. Bien saben que bestia muerta, por muy grande que sea, no muerde… Usaremos sus vísceras como abono para el pasto! a demostrar de que estamos hechos, caballeros! Es ahora o nunca!
Qué hermoso es ser de la UC wn oh! Que grande es la católica!

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