miércoles, 27 de abril de 2011

La Columna de Alfredo Morgan.

Que partido más extraño contra Caracas, que lección mas dolorosa, pero importante. Y más vigente que nunca.

Aún con la alegría de un triunfo merecido, bien logrado, como hombres y no colgados como murciélagos) la iluminación de Lucas Pratto nos lleva de vuelta a los extremos del sube y baja emocional (y de resultados) que ha tenido la Católica 2011 a nivel continental.

Nos queda claro, y felizmente claro, que lo del 03 de Marzo pasado no fue una casualidad ni un incidente aislado, lo vivieron los de Liniers, lo vivieron los de Porto Alegre. La Católica ha tenido lo que hay que tener (al menos en su campaña de visita) sin importar si está en Argentina o Brasil. Esto último me recuerda, en lo personal, a un técnico que nos acostumbró a eso y lo dejamos partir; on voto de Cruzados SADP incluido.

Ningunear a Gremio o Vélez es o será (por quiénes lo hagan, y a juicio de quien escribe) una imbecilidad tan grande como el Maracaná; no hay rivales chicos para los chilenos (por más o menos trasandinos en un plantel o cuerpo técnico), no hay victorias que sean un “trámite”, esperables, o que estén aseguradas antes de jugar. Quizás en Brasil creyeron en eso. Preocupemonos de Inter, viene una “tal Católica desde Chile”,lanzar y abrazarse. Reconozcamos también que a los 50 segundos pudo ser así.

Se equivocaron los de Gremio, el triunfo/tapaboca fue fenomenal. Pero ojo, que también lo puede ser la caída en los próximos 90. Pregúntale a los que vieron o recuerdan U.Católica vs Caracas.

Vélez, Caracas, Gremio, tres rivales muy distintos pero unidos en una conclusión que cae de cajón: “aún no se ha ganado nada” como dicen los jugadores. Ojalá que no sea verso y de verdad hayan aprendido

Lo escribí ante Caracas (en la derrota extraña del 09 de marzo), y lo repito ahora: creo en la Católica, quiero creer, y esta vez también quiero agradecer porque aunque aún no se ha ganado nada, se ha jugado y demostrado en la cancha el por qué podemos estar contentos de los visto en el José Amalfitani o el Olímpico.. sin verso, sin humo, sin ser el Barcelona, dormir siesta, mirar a la banca y no tener a nadie.

Tenemos el equipo, tenemos el fútbol, tendremos un lleno en San Carlos, tengamos la esperanza y/o certeza de que la lección de Caracas dejó algo. Vamos Católica, gracias por lo vivido.

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