viernes, 4 de marzo de 2011

ORGULLO.

Orgullo



Periodista y cruzado

“Más que feliz, estoy orgulloso”.
La frase –un tweet, en rigor- de mi buen amigo y colega Cristian Neira, resume a la perfección el sentimiento que, creo, embargó ayer a buena parte del pueblo de la franja en el corazón, tras la histórica victoria lograda ayer como visitante ante Vélez en Liniers por la Copa Libertadores.


A distancia la mayoría -los capitalinos en el Flannerys- y también in situ un no despreciable número de privilegiados cruzados, fue imposible no inflar el pecho o levantar la vista al cielo, orgullosos tras ser testigos de una hazaña futbolística, que aunque medible en los siempre fríos y objetivos términos deportivos, también debe apreciarse desde la épica y la emocionalidad.


Ayer la UC dio un nuevo paso mostrándole a su gente, pero también a los críticos, a la prensa barrera y a los tontitos de siempre, que su cuerpo técnico, estos jugadores y su hinchada, no saben de derrotismo ni de injustos motes históricos que se nos arrogan en trances difíciles. Ese misterioso componente -para algunos llamados “garra”, “corazón” y para otros “huevos”- que harto juega en este deporte, está presente en cantidades enormes en este equipo.


Y es que lo que ocurrió en el césped bonaerense trascendió del mérito. Creo que, a esta altura, en el análisis da lo mismo si la UC mereció el triunfo, si movió bien sus piezas o si atinó en jugar con dos en el fondo. Tampoco interesa desmenuzar las movidas tácticas de Juan Antonio Pizzi, algunas veces erráticas, ayer bastante incomprensibles…aunque efectivas.




Sí importa, por ejemplo, la imagen de incansable que dejó Juan Eluchans o el talento a borbotones que derrochó el “Pipe” Gutiérrez. Si conservaremos frescos en la retina los golazos de Pratto, la entrega de Ormeño, la recuperación de Tomás Costa y el amor propio del “Poncho” Parot. Dio gusto y emocionó ver a los muchachos correr cada pelota, comerse la cancha, no bajar los brazos y proponerse darlo vuelta tras el 1-3 del primer tiempo. Y hacerlo.


Mis amigos de la vocal y del subcolista –que tengo varios- hacían festín tras los primeros 45 y empezaban su habitual trolleo. Olvidaban que, a diferencia de esos equipitos, con esta UC nada está dicho hasta que llegue el pitazo final.


¡Vaya lección de cojones¡ ¡Vaya infartante alegría! ¡Qué imagen que dejamos ante el continente, como un equipo aguerrido, vertiginoso y copero! (no por nada entramos con el 4-3 de ayer al cuadro de honor de los 10 equipos con más triunfos de la Libertadores)


Por cierto que quedan cosas por mejorar. Pero no es menos cierto que la actuación que la Católica tuvo ayer nos hace ilusionarnos con que grandes cosas pueden seguir viniendo.


Como mi amigo “Cruzado” Neira señalaba ayer, más que para alegrarse, esto da para enorgullecerse…

3 comentarios:

  1. Simplemente asi demostramos porque fuimos campeones el año 2010! dale Cato que si seguimos asi con ese Aguante vamos por Este año y quizas libertadores! #OrgullosodeserCruzado

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  2. nada,lejos unos de los partidos mas emocionantes y con mayor regocijo que he visto a mi equipo!!
    vamos UC

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  3. GRACIAS CHELO POR TU MENCIÓN... EL ORGULLO QUE TENGO DE SER CRUZADO NO MORIRÁ JAMÁS

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