Lo mejor de lo Nuestro.

La Columna de @donkakorockstar

Ni siquiera juntando a Sófocles, Eurípides, Esquilo, Edgar Wallace, Allan Poe y Hitchcock hubiésemos logrado crear un guión tan intenso y conmovedor como el del partido de ayer, que fuese capaz de mantener el suspenso hasta el final de la obra, subiendo en sensibilidad, emoción y fuerza en cada minuto. Si lo de ayer fuera una película, probablemente hubiese ganado varios Oscar, “5 estrellitas” de EMOL y una nota 7 de Italo Passalacqua… “una montaña rusa de emociones”, titularía la prensa especializada.

Cuesta ser objetivo en momentos tan importantes como este, pero haré mi mejor esfuerzo. Lo de ayer fue una epopeya sólo comparable con “La Ilíada” y “La Odisea” (OK. Fallé con lo de “objetivo”). Una victoria que rozó lo épico y que tuvo todo lo que uno le pide a un partido de estas características: Buen futbol, llegadas a ambos arcos y emociones varias.  Pero ojo, no nos dejemos obnubilar por la efervescencia de un triunfo. Es un triunfo histórico, contra uno de los mejores equipos de argentina y en su propia casa, pero para la clasificación vale igual que un triunfo en casa ante Caracas o la Unión: 3 puntos.

El análisis del juego del equipo se hace difícil puesto que los huevos de los jugadores fueron tan grandes y las Carlsberg calaron tan profundo en mi alma que, lo poco que se veía, se veía borroso. Aún así, puedo decir que fue Católica la que determinó la suerte del partido… mientras se dedicó a jugar (en ambos tiempos) fue muy superior a Velez, pero cuando perdió el rumbo, hizo ver a un Velez “grande” que, en realidad, nunca estuvo presente en Liniers.

Creo que no hubo ningún jugador que jugara “mal”, pero si varios que fueron superados por las circunstancias. La línea defensiva sigue dando ventajas groseras. Sin ir más lejos, los 3 de Velez goles fueron regalos dignos de navidad. En el primer gol, entran 3 defensas a cabecear solos en el área chica y el único que intenta cubrir es Costa… si, lee bien… COSTA! ¿Y la defensa? Estas desconcentraciones lograron dejarnos 3-1 abajo, pero tenía fe en este equipo... Mucha fe.

De medio campo hacia arriba la UC estaba haciendo las cosas bien. Presionaba, quitaba, molestaba, llegaba con peligro… Quizás si Pipe Gutiérrez no se hubiese ido a comprar pan  a los 15 minutos del 1er tiempo para volver recién al comienzo del segundo, la historia sería otra. Lo importante, en este caso puntual, es que volvió justo a tiempo para iniciar la remontada… y vaya que lo hizo. La expulsión de Ortiz, al igual que los cambios introducidos por Gareca, sólo ayudó a que el dominio de católica se hiciera monopólico. Velez se “echó atrás” – o más bien, la UC acorraló a Velez – y el partido tomó otro rumbo. Finalmente el golazo de Costa descomprimió todo...  de ahí en más fue un vendaval cruzado.

Eluchans estuvo imparable (de la mitad hacia arriba, obvio), Pratto se transformó en Goro, Costa puso la pausa y distribuyó con cordura (más encima hizo un GOLAZO), Pipe Gutiérrez demostró que es un jugadorazo, Ormeño fue el motorcito de siempre. Imagínense que Henriquez no fue amonestado y llegó bien a dos cruces seguidos… ¿como no íbamos a ganar? Orgullo, amor propio, huevos, vergüenza deportiva… la franja en el pecho, viejo! La franja en el pecho!

Católica está para grandes cosas y debemos seguir demostrándolo. Si la defensa se ordena y Guti despierta de la pesadilla goleadora que vive, nos volvemos imparables. Los cambios introducidos por Pizzi dieron resultados en un momento en el que nos estábamos hundiendo en nuestras propias imprecisiones. Falta trabajo, pero vamos bien encaminados. No olviden que llevamos 4 puntos, aún no jugamos de local y le fuimos a ganar allá a uno de los más grandes de argentina. Si eso no es auspicioso... ¿Qué cresta lo es?

TRAIGAN PAILAS QUE HUEVOS SOBRAN!!! VAMOS VAMOS LOS CRUZADOS!

Por @donkakorockstar

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