La Columna de @donkakorockstar

Preocupación. Esa parece ser la palabra que mejor resume el presente de nuestra querida franja así como también el sentir de la hinchada. La ecuación es simple: Jugadores que se van, refuerzos que no llegan (o al menos no con la premura que el club lo necesita), un entrenador que no existe y, lo que es peor, graves inconsistencias en la parte financiera. La suma de estas incertidumbres hace que el presente de católica sea, al menos, preocupante. Vayamos por parte:

Una vez terminado la primera parte del campeonato e incluso antes de que esto ocurriera supimos que existiría un éxodo masivo de jugadores que, mal que mal, habían cumplido un papel aceptable en la institución. Los casos más emblemáticos sin duda fueron los de Damián Díaz, Juan José Morales y Rodrigo Mannara ¿por qué? Damián Diaz llegó a católica para recuperar el protagonismo que había perdido en Argentina y relanzar su carrera. Fue de menos a más y, aunque aún no le perdono el mal partido que le hizo a Colo-Colo en la final del clausura pasado, no puedo dejar de reconocer que se había convertido en un pilar fundamental del equipo… Era el diferente, el que sacaba un conejo del sombrero cuando nos veíamos sobrepasados e incluso no dudaba en patear a un jugador de la U sin pelota contar de sacarse la rabia por la fracaso que significa quedar fuera de la copa libertadores en manos del archirrival (si bien no nos ganaron, los 4 puntos perdidos en los dos empates contra la U fueron gravitantes a la hora de firmar nuestra eliminación de la copa).

El caso de JJ es diferente. No tenía talento y no intentaba disimularlo puesto que lo suyo era la garra. ¿Se acuerdan que en el primer partido en el que le tocó entrar? Casi mata al arquero rival en la primera pelota que tuvo! Se notaba que el hombre tenía ganas de aportar y, hasta el último día, puso los huevos que muchas veces nos hicieron falta, esos huevos que no veía desde que se fue el viejo y querido Lunari. Con eso se ganó mi admiración y la de muchos hinchas más que premiaban todo su esfuerzo con aplausos y cánticos de apoyo. Finalmente el caso más patético… el de Mannara. Llegó como la gran carta gol (una posición que queramos o no nos pena desde el Polo Quinteros) y no sólo no cumplió, sino que prácticamente no jugó. Quiero pensar que el “destino” quiso que la historia se escribiera de esta forma, pero no puedo dejar de expresar la decepción que significó el paso de Mannara por católica ¿Dónde quedó ese jugador aguerrido que la rompía en Cobreloa? Solo Dios lo sabe.

Con la partida de estos jugadores como única certeza sólo nos quedaba el consuelo (y la esperanza) de que ahora que somos S.A. los refuerzos llegaran rápido. La cosa no fue así y sólo hace unos pocos días comenzamos a saber los nombres de los llamados a engrosar la plantilla cruzada. Hasta el momento se nos ha confirmado que llegan Lucas Pratto, Juan Eluchans y Leandro Díaz. Recopilando información por muchos lados, incluyendo la descripción de los jugadores que me dio el periodista de Fox Sports Walter Safarián, me encontré con que Pratto es un 9 de área, potente, goleador e “interesante”; Eluchans es un carrilero izquierdo avalado por su no despreciable experiencia y Diaz es un jugador de mediocampo (por la derecha o centralizado) que tiene llegada al área y gol… no cumple el perfil de enganche, pero puede ser carrilero o contención. Hasta ahí todo bien, pero ¿No se fueron los 2 defensas titulares? ¿Alguien sabe algo de Imboden? Esperemos que al menos uno de los refuerzos que lleguen ocupe el puesto de central que está vacante y lo haga con la calidad, rigurosidad y categoría que necesita y exige jugar en la UC.

Lamentablemente, así como llegan algunos refuerzos, nace con fuerza el rumor de que nuestro capitán, el Milo, está a un paso de emigrar de católica. Con Milo y Damián fuera de la institución solo nos quedan dos opciones:

1.- Contratar un “10” de categoría. (¿Hay alguno en Chile? Sólo se me viene el nombre de Lorenzetti a la cabeza, pero tampoco convence un 100%.)

2.- Dar la oportunidad de que un joven surgido de la cantera, como Felipe Gutiérrez, se haga cargo de tal responsabilidad. ¿Será el momento oportuno de hacer esta apuesta? Súmenle a todo eso el impensado despido del Fantasma Figueroa por (lo más seguro) criticar a la dirigencia de manera pública y nos quedamos con un panorama aún más desolador…

Finalmente, y para concluir la lista, nos encontramos ante un paisaje no muy alentador en cuanto a fondos se refiere. No ahondaré mucho en el tema de las finanzas del club puesto que a esta altura ya es un tema archiconocido, pero no puedo dejar de señalar que me parece absolutamente burdo e irrisorio que una S.A recién formada ya se encuentre con problemas de caja. ¿Insólito, no?

Las preguntas surgen solas ¿será el momento de repatriar a Botinelli y/o traer refuerzos de real categoría? ¿Habrá que pasar este momento apostando fuerte a la cantera? ¿Existirá algún entrenador en Chile que sea capaz de llevar a católica hacia lo más alto o será necesario recurrir a entrenadores extranjeros, inclusive ídolos cruzados como Pipo Gorosito o el mismo Ricardo Lunari para lograr el éxito deportivo? Las preguntas ya están lanzadas. Que el Pulpo Paul nos guíe…

Por @Donkakorockstar