La Columna de Christian González (@C_GonzUC)

La palabra que mejor define el presente y el pasado “breve” de Universidad Católica es “incertidumbre”. Incertidumbre con la gente que tomó el control de la Sociedad Anónima. Incertidumbre con los fondos obtenidos luego de salir a la bolsa hace más de seis meses. Incertidumbre en el plantel: no saben si entrenan, no saben si llegan nuevos compañeros, no saben si el capitán se va o se queda. Y ahora, incertidumbre con el nuevo técnico que dirigirá a los jugadores. Sin mencionar la incertidumbre de los hinchas al no saber qué pasó con los U$25 millones que se recaudaron con Cruzados SADP.

Este conjunto de hechos ha suscitado tanto en hinchas, como jugadores, e incluso dirigentes el erguirse de hombros y mirar al lado preguntando ¿qué pasa? Ese es el punto, nadie sabe qué pasa en Universidad Católica. Y al no tener claro el rumbo comienzan a surgir rumores. Que para el segundo semestre se armará un equipo competitivo que batalle con Colo-Colo y Universidad de Chile de igual a igual. Que Martín Palermo suena en delantera. Que Américo Rubén Gallego dirigirá al Club. Hasta el momento todos rumores que bien lejos están de ser cierto.

En materia de refuerzos hay tres nombres claros, de conocimiento popular: Juan Eluchans, Lucas Pratto y Leandro Díaz. Pero como no todo puede ser bueno en la gente surge la incertidumbre nuevamente: ¿Quiénes son? Tres argentinos que en algún momento prometieron ser figuras, pero con el paso del tiempo se quedaron en esas “eternas promesas” (sí, de esas que bien conocemos en Chile). Dos volantes y un delantero (Pratto), delantero que en algún momento se comparó con el ídolo de Boca, Martín Palermo. Ahhh, ahora entiendo, si no podemos traer al verdadero, traemos al que más se parece.

Pero no podemos esperar mucho de estos jugadores si no contamos con un entrenador que los dirija. Es momento de lanzar más rumores sobre la mesa: Américo Rubén Gallego, con un pasado fantástico en Argentina. Club que dirige, club que sale campeón. ¿Suena bien, no? Otro nombre es el de Juan Antonio Pizzi, un gran ex jugador que lo tuvo en equipos como Barcelona, Valencia, River Plate y Porto, pero que como técnico aún está en deuda. Ahora el favorito de la hinchada: Ricardo Gabriel Lunari. Un jugador que amó y defendió a muerte los colores de nuestro equipo. Y ahora, un entrenador que viene de dirigir al Guabirá de Bolivia. ¿Sus bonos? Ser ídolo de la franja y haber compartido dirección técnica con Gerardo Martino. O sea estamos hablando del discipulo del discipulo. Si no podemos traer a Bielsa ni al “Tata”, traigamos al más parecido.

Y es en esto donde el Club de nuestros amores se está dejando llevar. Entre la incertidumbre y el no saber qué pasa. Y eso que ni siquiera he mencionado lo oscuro que está siendo el manejo de los fondos de Cruzados SADP. Por el momento sólo queda esperar que de una buena vez por todas no seamos el equipo que cuenta con las mejores instalaciones, que tiene un Estadio propio, en un lugar exclusivo, sino que seamos los mejores. Material para serlo tenemos de sobra. Lo que falta es trabajo, y trabajo en serio, y que nunca se olvide nadie, que están dirigiendo, que están jugando y que están alentando a la Universidad Católica.

Por Christian González G. (@C_GonzUC)