jueves, 28 de julio de 2011

Démosle a las finales la importancia que se merecen

Ya ha pasado algo más de un mes de aquel fatídico domingo que perdimos “inexplicablemente” la final del campeonato nacional de apertura contra la U. Fue una tarde triste, dolorosa, ver perder de esa forma a nuestra querida Universidad Católica es algo que caló hondo en todos los hinchas cruzados, sin ir más lejos fueron a lo menos cinco días en que la pena y el desconsuelo eran parte del día a día en mi rutina. Para el análisis primero que todo vamos a la historia. En 74 años desde la fundación oficial del club se han obtenido 10 títulos y se han perdido 18 “finales” de las cuales 3 son en play off.

Poniendo el supuesto que las otras 15 finales son en campeonatos donde el que más puntos suma es campeón entonces me parece que estamos una vez más frente al juego mediático de la prensa y los medios. Cada vez que Católica llega a una final aparecen los “fantasmas”, ¿Es eso algo justificado?, al parecer no. Ahora vayamos a la historia reciente: Torneo de clausura 2009. Católica realizó una excelente campaña llegando a ocupar el primer puesto de la tabla en la fase regular, siendo en varios partidos un equipo arrollador que gana por goleadas, Colo-colo el rival de católica llegó siendo un equipo que no daba la convicción de que llegase a ser campeón, Católica llegaba como “favorito” pero finalmente “inexplicablemente” la perdimos.
Entonces veamos: En ambas finales el año 2009 y 2011 llegamos siendo los más regulares, demostrando un juego sólido y siendo favoritos pero “inexplicablemente” perdimos. Se buscaron muchos motivos, para mí no poder jugar en San Carlos es uno de ellos y es el sueño que todo hincha cruzado tiene, pero vamos más allá.


Colo-Colo previo a la final fue arengado en el camarín con posters, noticias sobre campeonatos históricos, les empapelaron el camarín con material que hiciera que sus jugadores sintieran que se estaban jugando algo importante y que había que dar un extra. En frente tenían un equipo que por lo demostrado venía jugando muy bien pero eso no importaba al parecer y así fue.

 Este año bien es sabido que posterior al 2-0 contra la U en la final les hicieron un video motivacional al equipo con jugadas y goles del equipo en el campeonato, se buscaba sacar el máximo entusiasmo y efervescencia para salir a ganar ese partido que parecía muy difícil pero no “imposible”.

Por lo tanto estamos frente a un factor común: Un trabajo sicológico fuerte. Y por las declaraciones de los técnicos y jugadores cruzados me da la sensación que en Católica se le busca bajar el perfil a una final.

Acá amigos cruzados es el momento en que el cuerpo técnico y los jugadores tienen que seguir trabajando como siempre pero recurrir y más que nunca a lo irracional a ese factor emocional que lleva a sus jugadores al dar ese extra (el FUA) eso que te lleva a salir con más ganas y confianza que nunca sin importar quien esté en frente.  Hay que darle a las finales la importancia que se merecen, no son un partido más, y hay que cargar con esa responsabilidad porque sea como sea el que está al frente no lo ve así y sale con muchas más ganas que en un partido común y corriente, ante eso es imposible hacerse el ciego.

Hemos responsables de caer en el juego mediático de la prensa que la cato aquí que no pueden bla bla, Hemos perdido muchas oportunidades de ser campeón, es cierto, pero ha sido en formatos de campeonato, circunstancias y contextos muy distintos unos de otros.

Nos dicen que en las finales nos “cagamos”, tragándonos completamente ese cuento y haciéndolo finalmente una realidad. Lo único cierto es que eso depende de nosotros mismos como institución vale decir: Dirigentes, Cuerpo Técnico, Jugadores, Hinchada. Depende de los dirigentes disponer de los medios para hacer que se cumplan las metas, depende del cuerpo técnico de arengar a sus jugadores y salir a jugar “esa final” con un planteamiento y mentalidad ganadora, depende de los jugadores tomar esa responsabilidad y ganas de salir a jugar con todo “esa final” y depende finalmente de nosotros los hinchas de ir a alentar al estadio a nuestro equipo sin parar. Todo con la convicción de que nuevamente volvamos a gritar CAMPEÓN.

3 comentarios:

  1. Buen comentario. Seguramente hay algo de psicológico-emocional en los campeonatos perdidos de forma extraña. Es hora de cambiar.

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  2. A las finales hay que darles la importancia que se merecen, ni más ni menos, no es un partido más, hay que dejar la vida, y abstraerse del trabajo sicológico de la prensa madre y zorra para hacernos flaquear, contra todo contra todos!!!! agxante católica!!!!

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  3. Que importancia quieren que le den los jugadores a una final, si ni la misma hinchada la valora. Basta con remontarnos al partido de ida de la ultima final, fue realmente una verguenza llegar al estadio y ver el sector norte a menos de la mitad de su capacidad.

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