La gente que nunca ha ido al estadio siempre me pregunta, “¿Por qué vas al estadio si lo dan por la tele?”, “O por internet agrega el computín”... Esa gente no sabe de fútbol, no sabe lo que es estar en el estadio, no sabe de la magia de estar en el lugar donde las cosas ocurren, de ser partícipe, pues aunque te quedes sentado los 90 minutos con la boca cerrada serás parte de la asistencia y de la recaudación de ese partido, estuviste.
Hay veces en las que uno no puede ir al estadio, por plata, por distancia, por un compromiso ineludible (cumpleaños de la suegra no falla), enfermedad u otro factor. Obligado a verlo por la TV y aguantar a comentaristas idiotas y relatores con la camiseta del rival tatuada. Por la tele uno grita los goles, pero no es lo mismo que gritar en el estadio, en el estadio el grito sale con todo, las cuerdas vocales te duelen, el aire te falta e incluso te mareas y te duele un poco la cabeza, es otra cosa, si vas con alguien lo abrazas más fuerte y lo sacudes o zamarreas “golazo!!” le gritas después, aunque el gol haya sido de rodilla o de poto como el de Beausejour en el mundial.
El gol del miércoles 4 de mayo de 2011 lo grité como pocos, me acordé del gol de Charly Vázquez el 94 frente a la U con 9 hombres o del gol de Acosta en la final del Apertura 97.
El gol de Mirosevic llegó cuando ya había mirado la hora por décima vez en el 2º tiempo, cuando ya era imposible que Gremio hiciera dos, cuando el empate a 0 iba a ser celebrado como victoria, cuando ya sabíamos que la próxima escala era en Montevideo. Por importancia hay otros goles mucho más valiosos en nuestra historia, pero el gol del Milo sirvió para ratificar.
Ratificar que estamos en un muy buen momento, ratificar que le podemos ganar los 6 puntos a un equipo brasilero, ratificar que en los partidos cuando alcanza con un empate hay que ganarlos y ratificar que Milován es un ídolo digno del nombre de una tribuna del estadio.
Milo salió goleador del torneo pasado, fue transferido y se le ofreció una millonada, pero no resultó, volvió frustrado de Asia, se lesionó, estuvo fuera más de un mes, le dieron la 13, no era titular en la copa, entró e hizo un golazo, un golazo que gritamos todos, pero que los que estábamos en el estadio gritamos hasta quedarnos sin voz.
Amanecí muy ronco el día jueves 5, daba lo mismo, mi viejo se quedó literalmente sin voz, sé que le dio lo mismo, fue por ese golazo, gritaríamos de nuevo, seguro, gritaríamos hasta quedarnos sin voz.
Por @damian_jones
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Total y absolutamente cierto, Goles como el del triunfo ante Gremio se gritan con el alma, y si estas en el estadio, el alma sale por la boca celebrando.
ResponderEliminarQue buena columna....y no soy UC, pero deseo que ganen la libertadores y levanten el nivel de todo esto...que así sea
ResponderEliminarCompadre yo vivo en Purén un pueblito de la IX Región y con cuea aparecemos en el mapa veo casi todos los partidos de la UC por CDF pero digo casi porque cuando puedo voy al estadio y en familia la última vez fue en Conce ivamos perdiendo y lo dimos vuelta, no sabes como entiendo eso de gritar hasta desgarrar las gargantas, estar en el estadio no tiene precio, te sientes en familia, mi hijo de 4 años solo quiere ir de nuevo a ver la cato, no te miento cuando digo que me salen lagrimas cuando lo escucho cantar "oooo soy crxzado es un sentimiento no puedo parar ni cagando" un abrazo a toda la gran familia crxzada que crece dia a dia y nadie puede decir que somos 50, un abrazo y a ganar la libertadores y el bi no solo por nosotros sino que para taparle la boca a los periodistas de mierda que les importa mas cualquier wea que cubrir como se merece un equipo que como pocos está representando a Chile
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