jueves, 29 de julio de 2010

Columna de Francisco Aguayo @donkakorockstar


¿A qué juega Católica? Ya han pasado 3 partidos desde el comienzo de la “era Pizzi” y, la verdad, es que cuesta encontrar las palabras que describan el funcionamiento del equipo. Debemos partir de la base de que es prácticamente imposible que un equipo funcione al 100% con 3 partidos en el cuerpo, más aún tomando en cuenta que el equipo ha tenido muchos cambios (desde el entrenador hasta gran parte del plantel) y que, como si eso fuera poco, muchos de los jugadores que han llegado como refuerzos aún ni siquiera debutan.

Uno esperaría que después de 3 partidos las nuevas contrataciones ya se hubiesen mostrado en el campo de juego para comenzar a acoplarse, comenzar a formar un equipo, pero no… en Católica no ha sido así. De los 6 jugadores que han llegado solo ha debutado Eluchans, quien ha mostrado un nivel de juego interesante, aunque la falta de verticalidad y sorpresa a veces lo vuelve un poco intrascendente y Pratto, que jugó media hora, hizo un gol y muy poco más, (Arrabarruena fue a la banca, lo que sigue confirmando mi teoría de que realmente vino como ayudante de campo más que como jugador).

En fin… aún no aparecen los llamados a reforzar este conjunto, por lo que el entrenador debe echar mano a los jugadores que tiene. Indiscutiblemente el equipo ha mejorado desde el partido con Cobreloa hasta este último con Everton, pero lamentablemente eso no es suficiente puesto que el nivel de juego exhibido ha sido paupérrimo. A los del cobre le ganamos con huevos, amor propio y 0% futbol. Los goles fueron convertidos por los defensas y las pocas oportunidades que el equipo se generó durante el compromiso fueron desperdiciadas por los delanteros.

En el partido contra la Universidad de Concepción el equipo mejoró en cuanto a juego colectivo y tenencia del balón, pero aún así no fue capaz de doblegar al adversario. El gol tardó demasiado en llegar y, de no ser porque en el enemigo había un cruzado de corazón capaz de regalarnos ese autogolazo que significó la victoria, lo más probable es que ni en 30 días seguidos jugando ese partido hubiésemos logrado sacar una ventaja.

El enfrentamiento contra el Everton de Acosta fue de dulce y agraz. Dulce porque Católica volvió a tener el control del balón, hizo rotar la pelota, se asoció por las bandas y el centro buscando generar el futbol… agraz por que pese a todo lo anterior seguimos con la anemia de goles. Tuvo que entrar Pratto a solucionar el problema puesto que nuestro delantero estrella, Pablo “Darth Vader” Vranjicán, es más malo que el natre con merkén. La UC no puede darse el lujo de tener un jugador tan malo como carta gol puesto que todo el dominio que se puede ejercer durante los 90 minutos se va a la cresta si tu delantero no es capaz de meterla adentro, Si tu delantero es un defensa más del equipo contrario, en pocas palabras, si tu delantero es tan malo que el cisarro parece un niño de pecho.

Para bajar la tan esquiva decima la franja debe ganar todos los partidos que le resten del campeonato y, además, esperar que chunchos e indios pierdan varios puntos en el camino. La responsabilidad de Pizzi, entonces, es sumar el máximo puntaje posible para acercarnos a ese sueño ya que hipotecamos gran parte de los puntos en la era del chantasma.

Para lograrlo, eso sí, es necesario que se quede con el bueno y el feo, pero no con el malo. Mientras sigamos dependiendo de Vranjicán, el camino se nos hará cada vez más difícil. Católica debiese ganar los partidos con la camiseta, con el nombre, con la historia porque tiene la responsabilidad de hacerlo, pero si nos generamos 30 ocasiones de gol por partido de las cuales 35 terminan fuera por impericia de nuestros atacantes ¿Qué podemos esperar? La verdad es que el tiempo ya se nos acabó y ahora solo nos queda jugarnos por enteros durante los partidos que restan para que termine la fecha. Cada uno de estos compromisos será una final que debe jugarse a muerte por lo que no debemos descuidar ningún detalle… el más mínimo error nos puede costar el campeonato. Llegó la hora de que los jugadores se pongan las pilas y el DT le tome el peso a la camiseta que está representando. PIzzi: ¡Esto es Católica!

Por Francisco Aguayo (@Donkakorockstar)


1 comentario:

  1. Muy bueno el comentario y como no decirlo el blog.. saludos don ahi nos leemos
    xaUC..

    http://lokosporlauc.blogspot.com/

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