En esta columna relatare mis inicios como cruzado, lo más probable es que a nadie le importe un
carajo por qué soy hincha de este club, pero yo quiero gritarlo y decirle a todo el mundo porque
amo a la Católica…
Siguiendo con la nostalgia que se ha generado por los 75 años de esta hermosa y gloriosa
institución que tanto amamos, he querido escribir acerca de los recuerdos que yo guardo de la
Católica, yo nací en 1994 y por ende solo tengo 18 años y he existido solo para siete campeonatos
ganados por mi UC, los torneos de Apertura de 1997 y 2002, el Clausura del 2005 y el torneo
nacional del 2010, además de las Copas Chile de 1995 y 2011, y la Copa Interamericana de 1994.
Aunque algunos de algunos de estos campeonatos tengo escasos recuerdos…
Mi primer recuerdo de la UC fue el hecho que me hizo ser un hincha de la Católica, el año 1997
voy a ver a mi papá (Q.E.P.D.) que estaba viendo un partido en la televisión, y el al verme me dice
“José somos campeones” yo le sonreí y asentí con la cabeza, tenía tres años y estaba feliz aunque
no entendía el porqué, ese es el primer recuerdo futbolístico que tengo, esa es mi primera alegría
en el mundo del futbol, y ese hecho me hizo adorar con todo mi corazón a nuestra Universidad
Católica…
Después de ese gran recuerdo hay un salto de tiempo considerable en donde no tengo muchos
recuerdos de la Católica, hasta el 2004, donde me reencantó el juego de Católica, ese gran equipo
que perdió esa primera semifinal con la unión, yo ese día me sentí horrible tenía 10 años y lo
único que quería era que ese resultado fuera falso, pero mi viejo me consoló y me dijo que el otro
torneo si o si era nuestro, porque “la Cato es lo más grande y siempre se levanta después de una
dura caída”, y eso me ayudo a llevar mi primer sufrimiento del fútbol el primer mal momento que
me trajo Católica, después de esa semifinal vino la del Apertura 2005, donde deberíamos haber
salido campeones pero otra vez los penales, por alguna razón esa vez no fue tan duro, ya había
asimilado que ser hincha de Católica, es ser hincha del sufrimiento, de humillaciones de otros por
un pasado que no conocía, pero por sobre todo ser hincha de Católica es saber soportar todo eso,
y publicar a los cuatro vientos que a pesar de todo la Católica es lo primero y lo mejor…
Luego de esas dos grandes decepciones vino el primer campeonato del que tengo completo
conocimiento, recuerdo a la perfección ese torneo, los goles de los Quinteros, la magia de Conca,
los desbordes de Eros, la solvencia defensiva del Facu y con uno de los mejores arqueros de la
historia de Universidad Católica, el Tati. Lo mejor de ese Campeonato fue tener la suerte de ser
de Concepción, y poder ver en el Estadio Municipal de Collao como El Tati lograba el record de
imbatibilidad del futbol chileno, fue una hermosa tarde de futbol, fue el indicio de que esta vez no
se nos podía escapar esa ansiada copa, además de la gran sudamericana que estábamos haciendo,
yo tenía la seguridad de que por fin celebraría un nuevo campeonato, nunca lo dude, incluso
cuando las madres nos hicieron el segundo, yo sabía que era nuestro y ese hermoso penal del polo
me lo confirmo, éramos campeones nuevamente…
Y de esta manera termino por forjarse un hermoso romance entre la Universidad Católica y yo, un
romance que no terminara nunca y que cada día escribe un nuevo capítulo de amor incondicional,
y que a cambio de ese amor, me entrega alegría, la alegría de poder llamarme Cruzado de
Corazón…
CEATOLEI!!!
Por @jose_espana94
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